
Arquitectura Antigua
La arquitectura occidental hereda
sus formas básicas de la griega. La inspiración para crear edificios con
estilo, proviene del esplendor de la cultura helénica.
A partir del siglo quinto antes de
Cristo y durante seiscientos años, Grecia alcanza un nivel de diseño y calidad
arquitectónica que conmueve a toda Europa. Constructores y artistas vecinos
admiran las creaciones de sus pares griegos y adoptan de ellos un punto común
para concebir la estética de sus edificios.
Arquitectura Clásica
Durante los primeros dos siglos de nuestra era nace la
arquitectura clásica occidental. Las construcciones de los Etruscos, pueblo
itálico anterior y contemporáneo a los romanos, dan identidad a los edificios
del imperio que más adelante dominaría el mundo. En el año 200 anterior a Cristo,
los griegos solicitan a los romanos una fuerza que los proteja de
conquistadores Macedonios. Después de vencerlos, los itálicos declaran la
independencia del pueblo griego, que sólo tres décadas más tarde conquistan,
como parte de su camino para alcanzar el dominio de Asia menor. A pesar de su nacionalismo, los romanos utilizan el poder y
la fuerza para hacer suyo todo aquello que los buenos artistas extranjeros
conciben. El arte refinado, de la construcción antigua de los griegos, es el
que desean replicar y poco a poco se hace presente en su estilo grecorromano.
El concreto es empleado para maximizar su desarrollo. Las obras son sólidas,
funcionales y con estética equilibrada. Representan un aporte relevante a la
historia del diseño occidental.
Orígenes de la Construcción
Los pueblos prehistóricos eran conscientes del concepto. A su
manera, hicieron realidad el anhelo de construir estructuras pétreas monumentales que cualquier humano reconoce como fruto de la acción de una fuerza
descomunal.
La importancia de la construcción en el desarrollo de la
civilización es enorme. A través de ella el ser humano plasma su espíritu de
superación, porque alcanza metas a pesar de toda adversidad. Un impulso innato
le hace perpetuar su existencia más allá de la vida. Lento para progresar pero
metódico a la hora de aprender de errores pasados, exterioriza su poder y humo
de grandeza mediante la magnificencia arquitectónica.
